El femicidio que ha conmovido a todos
El femicidio de Catalina Gutiérrez ha conmocionado a todos los argentinos y ha dejado a sus seres queridos llenos de dolor, angustia e impotencia. Pero especialmente, ha impactado a sus compañeros de facultad, quienes compartían mucho tiempo con ella y también con su presunto asesino, Néstor Soto.
El único detenido por el crimen de Catu, como la llamaban sus íntimos, era su mejor amigo, a quien ella conoció hace dos años en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), donde ambos estudiaban arquitectura. En redes sociales, alumnos, profesores y directivos de la UNC han despedido a Catalina Gutiérrez con mucho dolor y angustia.
Los mensajes de despedida de sus compañeros de facultad
Horas después de que se diera a conocer el brutal asesinato de Catalina, sus compañeros de facultad se volcaron a las redes sociales para expresar sus emociones y despedir a su amiga con mensajes de amor y pedidos de justicia.
“Me quedo con los mejores momentos Catu, mandale muchas fuerzas a tu familia. Vamos a hacer justicia…”, le prometió Lázaro Oliveda, uno de los estudiantes que compartía clases, trabajos prácticos y largas horas de estudio con la víctima y su presunto homicida. En ese posteo, Lázaro incluyó una foto suya junto a la influencer en la que ambos aparecen sonriendo y felices. Y le sumó un mensaje de despedida: “Para siempre en mi corazón”.
Ornella Beltramo, también amiga y compañera de Catalina, compartió en sus historias de Instagram dos collages repletos de fotos de ellas dos. El primero era a color. El segundo, blanco y negro, y estaba acompañado de un contundente mensaje: “Influencer y futura arquitecta llena de sueños”. Ornella y Catalina eran compañeras de facultad e íntimas amigas.
“Sueños que te fueron arrebatados. Descansa en paz arquitecta, le agradezco a la vida por haberme dado el privilegio de conocerte”, añadió Ornella en el posteo sin color que le dedicó a su amiga.
Mariana Freile, otra estudiante de la UNC, también subió a sus historias de Instagram una publicación para decirle adiós a su amiga. “Hasta que nos volvamos a ver mi Catu hermosa. Descansa en paz”, escribió la joven sobre una feliz imagen junto a Gutiérrez.
En otro posteo con una imagen de todas las compañeras de la facultad, Mariana añadió: “Acá todas juntas, vamos a luchar porque se haga justicia”.
El pedido de justicia de los allegados a Catalina Gutiérrez
Además de sus compañeros de facultad, muchas páginas de estudiantes de la UNC, familiares, vecinos y amigos de la infancia han despedido a Catalina en las redes sociales y han exigido que se esclarezca su caso.
“A la FAUD le falta una alumna y le sobra un femicida”, fue el crudo mensaje de los compañeros de Catalina y de Néstor, su asesino.
“Te amo mi Catu”, escribió en sus redes otra amiga de la víctima.
“JUSTICIA POR CATALINA. Desde Sur FAUD despedimos con profundo dolor a Catalina, compañera de nuestra casa de estudios, quien fue encontrada sin vida el día de hoy”, comienza otro de los mensajes más compartidos en las últimas horas desde el entorno estudiantil de la víctima.
Y sigue: “Ni una menos. Exigimos que se haga justicia y el pronto esclarecimiento de los hechos. #justiciaporcatalina #niunamenos. Acompañamos a la familia, amigos/as, compañeros/as en este profundo dolor y nos ponemos a disposición de lo que necesiten”.
La detención del presunto asesino
El cuerpo sin vida de Catalina fue encontrado en la madrugada del jueves 18 de julio dentro del auto de su familia, el cual estaba estacionado en un descampado en las inmediaciones del barrio Ampliación Kennedy de la ciudad de Córdoba. Los policías llegaron hasta ese lugar siguiendo el rastro del teléfono de la víctima, cuya última conexión era del miércoles cerca de las 21 horas, cuando le envió un mensaje de voz a su novio para avisarle que iba a encontrarse con sus amigas en un shopping.
Néstor Soto, el mejor amigo de Catalina y su presunto asesino, tiene 21 años. El teléfono también le aportó a los investigadores otro dato importante: que la joven había coordinado en pasar a buscar a Soto por su casa, quien en primera instancia se presentó ante la Unidad Judicial de Córdoba para brindar testimonio.
Lo cierto es que, como sus declaraciones tuvieron varias inconsistencias, las preguntas se intensificaron. Pero el estudiante de arquitectura no soportó la presión, se quebró y terminó confesando el crimen. De momento, él está detenido e imputado por el delito de “homicidio simple”. Aún resta que lo indagen de manera formal por el cargo del que se lo acusa.