La política exterior del actual gobierno de Argentina ha dado un giro radical, alejándose de los consensos históricos y los compromisos internacionales que han caracterizado la inserción del país en el mundo. Lejos de fortalecer la autonomía y la capacidad de acción independiente, esta nueva estrategia está provocando un proceso de desautonomización que compromete severamente la posición de Argentina en el escenario regional y global.
Desautonomización: Cuando la Soberanía se Diluye
El concepto de desautonomización en política exterior se refiere a la pérdida gradual de la capacidad de tomar decisiones soberanas e independientes. A diferencia de la dependencia, que implica una subordinación directa a un actor dominante, la desautonomización es un fenómeno más sutil y fragmentado, en el que el Estado cede poder de decisión a una variedad de actores, tanto estatales como no estatales, como organismos financieros, corporaciones multinacionales y redes digitales.
Este proceso se intensifica en el contexto de la globalización, donde múltiples agentes externos imponen limitaciones cada vez mayores, a veces como resultado de concesiones unilaterales del país a la espera de futuros dividendos o compensaciones. La desautonomización, entonces, captura la erosión del control soberano de manera difusa, como un fenómeno multifacético que va más allá del peso específico de los actores estatales dominantes.
Los Efectos de la Política Exterior del Gobierno Actual
El gobierno de La Libertad Avanza ha implementado una estrategia exterior basada en la desconexión de los consensos nacionales, regionales y multilaterales de los que Argentina ha sido históricamente parte. En su lugar, se ha plegado a potencias occidentales, como Estados Unidos, a costa de relaciones con bloques emergentes como los BRICS, países de América Latina y del Sur Global.
Este giro significativo en la política exterior argentina se manifiesta en diversos ámbitos:
Ámbito Interméstico: Cesión de Soberanía Operativa
- Cambios legislativos que colisionan con acuerdos pre-existentes y compromisos internacionales.
- Medidas que modifican el marco legal y normativo interno, afectando la autonomía del país y sus políticas públicas.
- Vulneración de compromisos establecidos con la comunidad internacional.
Ámbito Multilateral: Debilitamiento de Liderazgo y Credibilidad
- Cambios de posicionamiento en organismos internacionales como la ONU, rechazando compromisos relacionados con el desarrollo sostenible y los derechos humanos.
- Debilitamiento de apoyos en foros clave como el Comité de Descolonización, afectando negativamente la histórica defensa de la soberanía sobre Malvinas.
Ámbito Regional: Bloqueo del Regionalismo y Pérdida de Liderazgo
- Estrategia que contribuye al bloqueo del regionalismo, erosionando la participación de Argentina en espacios de integración como el Mercosur y la CELAC.
- Debilitamiento de la capacidad de liderazgo conceptual de Argentina en la región, promoviendo un ensimismamiento que afecta sus intereses a largo plazo.
Hacia una Recuperación de la Autonomía y el Liderazgo Regional
La situación actual de Argentina refleja una combinación de deterioro estructural material prolongado en el tiempo y una estrategia de política exterior deliberada por parte del gobierno, que se traduce en un proceso de desautonomización en términos geopolíticos y geoeconómicos.
Para revertir esta tendencia, es fundamental recuperar los consensos nacionales, regionales y multilaterales que han sido la base de la inserción internacional de Argentina en las últimas décadas. Esto implica reconstruir la credibilidad y el liderazgo del país, fortaleciendo su capacidad de acción independiente y su influencia en foros clave, tanto a nivel global como regional.
Solo así Argentina podrá volver a desempeñar un papel protagónico en la defensa de sus intereses nacionales y en la construcción de un orden internacional más justo y equitativo.