Bernie Ecclestone, el legendario arquitecto de la Fórmula 1, ha decidido poner a la venta su impresionante colección de 69 autos de la máxima categoría del automovilismo. Esta colección, que abarca desde 1950 hasta los días de Michael Schumacher, es un tesoro invaluable que narra la evolución y la gloria de este deporte.
Ecclestone, el Hombre que Transformó la Fórmula 1
Hablar de Bernie Ecclestone es evocar a un hombre de apenas 1,60 metros de estatura que, sin embargo, ejercía un poder que parecía alcanzar las estrellas. En sus días de apogeo, Ecclestone no solo manejaba la Fórmula 1, sino que parecía ser la Fórmula 1 misma. Desde sus inicios como vendedor de repuestos hasta convertirse en piloto frustrado, Bernie pronto entendió que el verdadero negocio estaba al margen del volante.
En los años 70, Ecclestone compró el equipo Brabham y, a través de maniobras tanto geniales como despiadadas, negoció los derechos comerciales de la Fórmula 1. Este movimiento le permitió transformar la categoría en una máquina de dinero. Con un control férreo y una habilidad única para manipular egos, contratos y cámaras, convirtió a pilotos como Ayrton Senna y Schumacher en íconos globales, y a la F.1 en un espectáculo planetario.
Una Colección Única e Invaluable
La colección que ahora sale a la venta no es solo un cúmulo de chasis y motores; es un recorrido por la historia de la velocidad y la gloria. Entre los autos, se encuentra el Ferrari 375F1 con el que Alberto Ascari ganó el Gran Premio de Italia de 1951, o el Ferrari de Mike Hawthorn que lo coronó campeón en 1958. También destacan piezas más recientes, como el Ferrari F2002 que llevó a Michael Schumacher a uno de sus títulos mundiales más dominantes.
Pero la joya de la corona podría ser el Brabham BT46B con un ventilador trasero que generaba tal fuerza descendente que fue prohibido tras su victoria en Suecia en 1978 con Niki Lauda al volante. Ecclestone no solo coleccionaba autos, sino piezas de arte con ruedas, símbolos de eras que él mismo ayudó a construir.
Perpetuando un Legado Imborrable
Ahora, después de décadas de amasar una colección inigualable, parece que incluso Bernie ha encontrado una curva que no puede tomar. A través de esta venta, el magnate busca perpetuar su legado en manos que valoren cada tornillo, cada línea de diseño. Quizás por eso eligió no subastarlos, sino venderlos cuidadosamente, como si los estuviera entregando en adopción.
La Fórmula 1 ha cambiado desde que Bernie la gobernaba como un monarca absoluto. Pero al desprenderse de su colección, el hombre que moldeó el deporte tal y como lo conocemos se asegura de que su sombra perdure para siempre.