La convivencia en los programas de televisión a veces puede generar roces inesperados, y eso es precisamente lo que ocurrió entre Marina Calabró y Sol Pérez, dos de las panelistas de Gran Hermano (Telefe) esta temporada.
Según se reveló en LAM (América TV), la disputa habría surgido por la ubicación que les asignaron en el panel del reality show. Mientras que en pantalla todo parecía ir bien, detrás de cámaras se habría desatado un tenso episodio que incluso llevó a que ambas buscaran aclarar la situación con la producción.
Sol Pérez explicó que se sintió triste
cuando le pidieron que se cambiara de lugar, ya que ella lleva tres años trabajando para el programa y el canal. Expresó que le apenaba mucho que le solicitaran directamente que se moviera, cuando ella consideraba que su lugar estaba bien asignado.
Por su parte, Marina Calabró negó rotundamente haber pedido que se moviera a alguna de sus compañeras. Según su versión, ella simplemente le consultó a la productora sobre la disposición del panel, y al ver que no era como le habían informado, lo comentó. Sin embargo, aclaró que jamás pediría la silla de alguna de sus compañeras
.
Finalmente, Calabró se mostró dispuesta a aclarar la situación directamente con Sol Pérez, asegurando que no hubo gritos ni un reclamo directo, sino simplemente una consulta a la producción sobre la organización del panel.
Este incidente demuestra que, incluso en entornos laborales aparentemente armónicos, pueden surgir malentendidos que es importante resolver de manera profesional y respetuosa, como lo hicieron estas dos experimentadas panelistas.