Apenas a un mes y medio de la partida de Jorge Lanata, su viuda, Elba Marcovecchio, se encuentra en un proceso de duelo que la acompaña en cada momento de su día a día. A pesar de mantener su rutina laboral y llenarse de actividades, el dolor por la pérdida de su compañero de vida asoma constantemente, como lo reveló en una reciente entrevista.
Marcovecchio, quien fuera una de las primeras en ser notificada sobre el fallecimiento de Lanata el 30 de diciembre de 2024, expresó que el paso del tiempo no ha logrado aliviar su pesar. No sé qué decirte del paso del tiempo. El 24 de febrero se van a cumplir 39 años de cuando falleció mi papá y parece que fue ayer
, reflexionó la abogada, dejando en claro que el duelo es un proceso único e individual.
El Legado Imborrable de Jorge Lanata
Para Elba, la ausencia de Lanata es una herida que aún no cicatriza. Se lo extraña mucho, mucho, mucho… Se me eriza la piel en dos segundos. Es mucho
, expresó visiblemente conmovida ante la pregunta de la conductora Mariana Fabbiani.
Pero más allá de su propio dolor, Marcovecchio también se muestra comprensiva con el cariño que el público mantiene hacia su esposo fallecido. Yo entiendo también al público que a veces me cruza y me dice lo que lo extraña a Jorge, y lo entiendo. Porque Jorge era inmenso. Es inmenso. Se lo extraña mucho
, señaló.
Enfrentando el Duelo con Fortaleza
A pesar de la magnitud de su pérdida, Elba Marcovecchio se mantiene firme, trabajando y llenándose de actividades para seguir adelante. Sin embargo, el recuerdo de Jorge Lanata sigue presente, como una sombra que la acompaña en cada paso.
En medio de este proceso de duelo, Marcovecchio ha optado por mantener cierta privacidad en torno a los detalles legales y los conflictos con las hijas de Lanata. Su enfoque parece estar puesto en honrar la memoria de su esposo y encontrar la fuerza para continuar sin él.
El legado de Jorge Lanata, un periodista de talla internacional, permanece vivo en el corazón de su viuda y en la memoria de quienes lo admiraron. Elba Marcovecchio, con su fortaleza y su comprensión, nos recuerda que el duelo es un proceso único y que el amor trasciende incluso la muerte.