El divorcio entre la empresaria y modelo Wanda Nara y el futbolista Mauro Icardi se ha convertido en uno de los casos más complejos y mediatizados de la farándula argentina. Más allá de los escándalos y las acusaciones cruzadas de infidelidad, este proceso legal ha puesto de manifiesto las diferencias entre los sistemas jurídicos de Argentina e Italia, donde residen respectivamente los ex cónyuges.
Según el abogado Mauricio D’Alessandro, quien analizó el caso en el programa Mujeres Argentinas, el divorcio de Wanda y Mauro se ha convertido en una “carrera mundial de adulterios”, donde ambas partes han sido señaladas por supuestas infidelidades a lo largo de su relación.
Uno de los episodios más polémicos fue la acusación de violación de domicilio contra Mauro Icardi, quien había ingresado a la vivienda donde se encontraban Wanda y sus hijos. Sin embargo, se reveló que Wanda le había dado permiso explícito a Mauro para entrar y buscar a las niñas, lo que desmintió la supuesta ilegalidad del hecho.
Diferencias entre los Sistemas Legales de Argentina e Italia
Otro aspecto clave en este divorcio es la complejidad que implica el hecho de que Wanda y Mauro residan en diferentes países. Según D’Alessandro, mientras que en Argentina el foco está en la protección de los hijos y la justicia familiar, en Italia predomina la división económica entre las partes.
“En Italia, el centro de discusión está en los bienes y la situación económica. Aquí en Buenos Aires, lo que se discute es el cuidado parental, la tenencia de los hijos y los alimentos”
, explicó el abogado.
La Batalla de los Bienes y la Custodia de los Hijos
Además de las acusaciones de infidelidad, el divorcio de Wanda y Mauro también ha involucrado la división de sus bienes y la custodia de los hijos. Según D’Alessandro, las pruebas de adulterio por parte de ambos han sido cruciales para la opinión pública, pero no necesariamente impactan en la decisión judicial, especialmente en lo que respecta a la división de bienes.
En este sentido, el abogado señaló que el conflicto entre Wanda y Mauro no tiene que ver con los niños, sino con la “necesidad de uno de ellos de ganar”, lo que ha convertido este proceso en una batalla de egos que ha dejado a los hijos atrapados en medio de un conflicto emocional.
A medida que este divorcio continúa desarrollándose, es evidente que las diferencias legales entre Argentina e Italia, sumadas a las acusaciones de infidelidad, han convertido este proceso en una “carrera mundial de adulterios” que ha captado la atención de la opinión pública.