En el mundo de la literatura, la relación entre los escritores y el tiempo es fundamental. Algunas veces, el tiempo sobra, mientras que en otras ocasiones, escasea. Estas dinámicas quedan reflejadas en las entrevistas frustradas que el periodista Guillermo Piro tuvo con dos grandes de las letras argentinas: Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares.
La Accesibilidad de Borges
Borges era conocido por su gran accesibilidad, tanto en términos prácticos como personales. Vivía en un departamento pequeño, cerca del centro y de Retiro, lo que facilitaba que los visitantes llegaran a él sin mayores complicaciones. Además, Borges disfrutaba de la conversación y solía estar disponible para hablar, incluso con desconocidos, más allá de su círculo cercano de amigos y conocidos.
Cuando Piro llamó a Borges para concertar una entrevista, se sorprendió al escuchar que el escritor le respondió: “Me quedo en casa hasta las dos de la tarde, venga”
. Sin embargo, la entrevista no llegó a concretarse, ya que Piro tuvo que declinar la invitación por estar ocupado en ese momento. Borges, aparentemente desocupado, se mostró un tanto molesto ante la negativa, soltando un “Eso es un problema”
antes de cortar la llamada.
La Urgencia de Bioy Casares
En el caso de Adolfo Bioy Casares, la situación fue diferente. Piro logró concertar una cita previa en el departamento del escritor. Sin embargo, al llegar, se encontró con que Bioy estaba inmerso en una entrevista para la televisión española, lo que lo mantuvo ocupado durante dos largas horas. Cuando finalmente pudo encontrarse con Piro, Bioy se veía “agotado, más que agotado, exhausto, exangüe”
.
Ante la imposibilidad de posponer la entrevista, ya que Bioy debía viajar a Biarritz al día siguiente, Piro decidió redactar la entrevista sin necesidad de una conversación, utilizando material de entrevistas anteriores. De esta manera, Bioy pudo descansar y Piro logró publicar la entrevista, aunque no se hubiera producido un diálogo directo.
La Relación entre Escritores y Tiempo
Estas dos situaciones contrastantes iluminan un aspecto fundamental de la literatura: la relación entre los escritores y el tiempo. Mientras que Borges parecía tener tiempo de sobra, Bioy Casares se encontraba apremiado por sus compromisos. Sin embargo, en el caso de Borges, su “ocio” tenía un cierto tinte de apagamiento, mientras que la urgencia de Bioy se debía a su próximo viaje a Europa.
Estos ejemplos reflejan un espectro variable en la relación de los escritores con el tiempo, que puede ir desde el exceso hasta la escasez. Autores como Roberto Arlt, que debía robar tiempo al periodismo para poder escribir, se encontraban más cerca del polo de la escasez, mientras que Bioy Casares, el “diletante que vivía de rentas”, se acercaba más al polo del tiempo sobrante.
En definitiva, las entrevistas frustradas de Piro con Borges y Bioy Casares nos revelan cómo la relación de los escritores con el tiempo puede determinar el éxito o fracaso de una entrevista, y cómo este factor fundamental puede influir en la propia práctica de la escritura.