La geopolítica ha sido invocada a menudo para justificar el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, pero las condiciones que originalmente lo sustentaron han cambiado radicalmente. Hoy, es necesario repensar esta política a la luz de los desafíos estratégicos que enfrenta Argentina en el Atlántico Sur y la Antártida, así como en la recuperación de las Islas Malvinas.
Del Poblamiento a la Proyección Estratégica
Cuando se aprobó la Ley 19.640 de promoción industrial en la década de 1970, el entonces territorio nacional de Tierra del Fuego tenía poco más de 13.000 habitantes. Hoy, la provincia cuenta con una población de 185.000 personas, superando incluso a la región chilena de Magallanes. Este crecimiento exponencial cumplió con el objetivo inicial de poblar una región inhóspita y estratégica.
Sin embargo, las circunstancias geopolíticas han cambiado. Los conflictos limítrofes con Chile se han resuelto, y la relación con los países vecinos, incluido Brasil, se ha fortalecido. Ahora, los principales desafíos se encuentran en la proyección marítima en el Atlántico Sur y la recuperación de las Islas Malvinas, ocupadas por el Reino Unido desde 1833.
Más allá de la Promoción Industrial
El régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego ya no se ajusta a las necesidades estratégicas actuales del país. La cantidad de población de la isla no parece un activo relevante para forzar la posición británica en Malvinas
, ya que el Reino Unido mantiene una sólida presencia militar y económica en las islas, independientemente de la población local.
En cambio, los recursos destinados a este régimen podrían reorientarse hacia áreas más prioritarias, como:
- Fortalecimiento de las Fuerzas Armadas: Un reequipamiento significativo y un despliegue local que integre al instrumento militar y el sistema científico-tecnológico, para aumentar la presencia argentina en el Atlántico Sur y las capacidades disuasorias.
- Desarrollo de la Infraestructura: Inversión en la conexión terrestre de Tierra del Fuego con el territorio continental, mejora de la capacidad portuaria y desarrollo del turismo.
- Promoción de la Actividad Naval: Impulso a la construcción naval, un sector clave para la proyección estratégica en el Atlántico Sur y la Antártida.
Estas medidas no solo fortalecerían la posición argentina en cuestiones geopolíticas clave, sino que también tendrían efectos dinamizadores sobre las economías locales, compensando posibles pérdidas por la reorientación de recursos.
Hacia una Estrategia Integral
La geopolítica sigue siendo central para el desarrollo de Tierra del Fuego y la proyección argentina en el Atlántico Sur y la Antártida, incluida la recuperación de las Islas Malvinas. Sin embargo, el régimen de promoción industrial actual ya no se ajusta a estos desafíos. Es hora de repensar esta política y redirigir los recursos hacia iniciativas que fortalezcan la presencia y capacidades estratégicas del país en la región.