La reciente escalada bélica entre Israel e Irán ha puesto en el centro de atención la cuestión nuclear, pero este conflicto tiene raíces mucho más profundas. Más allá de los ataques a instalaciones nucleares, la intervención de potencias extranjeras como Estados Unidos ha desestabilizado la región de Medio Oriente, con consecuencias devastadoras para la población civil.
Gaza: El Telón de Fondo Olvidado
Mientras los focos se centraban en el intercambio de ataques entre Israel e Irán, la situación en Gaza se ha deteriorado aún más. Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha llevado a cabo incesantes bombardeos contra la población civil en la Franja de Gaza, dejando un saldo de más de 55.000 muertos, entre ellos más de 17.000 niños y niñas, y más de 120.000 heridos graves. Además, 680.000 personas han sido desplazadas y gran parte del territorio ha sido militarizado o afectado por órdenes de evacuación. Los hospitales han sido destruidos y la población sufre de hambre, con riesgo inminente de hambruna.
La Cuestión Nuclear: ¿Sólo un Pretexto?
Si bien el programa nuclear iraní ha sido el detonante oficial de los ataques, la realidad es más compleja. La resolución de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) que señaló el incumplimiento de Irán en el acuerdo nuclear de 2015 sirvió como justificación para los ataques israelíes y estadounidenses. Sin embargo, el verdadero objetivo parece ser un cambio de régimen en Irán, algo que tanto el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, como el expresidente Donald Trump han articulado abiertamente.
La característica islámica del sistema de gobierno iraní resulta incómoda para la mirada occidental secularizada, que tiende a establecer una equivalencia entre el islam, la falta de libertad, la opresión de las mujeres, el autoritarismo y el terrorismo. Pero esta visión simplista ignora la complejidad del sistema político iraní y las raíces históricas de la Revolución de 1979 que derrocó a la monarquía respaldada por Estados Unidos y Europa.
La Intervención de Estados Unidos: Más de lo Mismo
La participación de Estados Unidos en esta escalada bélica no es sorprendente. Desde Afganistán, Irak y Libia, la potencia norteamericana ha sido protagonista de numerosas intervenciones militares en Medio Oriente, con resultados desastrosos para la estabilidad regional. Ahora, el envío de aviones de guerra y portaaviones a la zona, así como los ataques a instalaciones nucleares iraníes, demuestran que la vía diplomática no es la prioridad de la administración Trump.
Países de la región, como Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Qatar y Turquía, han condenado el ataque israelí a Irán, llamando al desescalamiento y a la búsqueda de una solución negociada. Incluso China, que tiene importantes intereses económicos en la región, ha criticado la acción de Estados Unidos por violar los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Conclusión: Más Allá de la Cuestión Nuclear
La continua intervención de potencias extranjeras en Medio Oriente ha sido la principal variable de la inestabilidad política, el aumento de la pobreza y la inseguridad en la región. Mientras los responsables políticos se miden por redes sociales y los dispositivos de muerte se espectacularizan, la posibilidad de una vida en común parece cada vez más lejana. Es hora de replantearse seriamente las prácticas de violencia internacional y buscar soluciones diplomáticas que prioricen el bienestar de la población civil.