¡Amor en el Bailando! Descubre qué participantes se pusieron de novios siendo rivales
En el mismo día que anunció que empezaban ‘los últimos 20 programas de esta edición del Bailando’, Marcelo Tinelli pudo confirmar sus sospechas en cuanto a que dos integrantes de los distintos equipos que quedan en competencia están de novios. Frente a su pregunta recibió una respuesta completamente afirmativa y carente de dudas y rodeos: ‘Hace un mes y pico que estamos saliendo’ escuchó el conductor, quien celebró la novedad.
¿Habrá tiempo para que surja otra pareja? ¿Se oficializará algún otro vínculo de acá al lunes 29 de enero, la fecha marcada como la del final del reailtie? Quién sabe. El Bailando es una caja de sorpresas y siempre da lugar para los rumores, las versiones y los chismes de pasillo, así que nunca digas nunca.
En este caso, el chusmerío y el bla bla bla eran ciertos. Evidentemente, Brian Sarmiento no es un participante más. Es uno de los más efusivos, de los más alegres y de los más rendidores en la pista. Cada una de sus salidas a escena lo demuestran: el ex futbolista transpira la camiseta como loco y literalmente ‘se mata’ para que sus participaciones llamen la atención y logren buenos puntajes del jurado. En general lo ha logrado, y buena parte de ese éxito se lo debe a su compañera, la popular y eficaz Sole Bayona, aquella del explosivo, polémico y mega comentado romance con Mario Guerci.
Un amor en medio de la competencia
Una de las más firmes enemigas que tiene Brian Sarmiento en su deseo de levantar el trofeo es la correntina Coti Romero, quien sigue avanzando a pesar de todas las polémicas en las que se vio envuelta. La mano hábil de la coreógrafa Sol Ruggeri ayudó a la ex Gran Hermano a transformar en delicados pasos de baile lo que al principio eran movimientos muy rudimentarios. Lo mismo consiguió con el esquivo y endurecido corazón de Brian: amoldarlo, endulzarlo, acariciarlo, abrigarlo y finalmente conquistarlo.
Además de lograr todo eso, Sol tuvo que ‘aguantarse’ que Brian coqueteara con una y otra muchacha prácticamente desde su llegada al Bailando. Su personalidad extrovertida y ruidosa lo convirtió de movida en un foco de atención permanente. Desde un primer momento, por ejemplo, se lo vinculó con ‘la chica de la barra’, ese sector que funciona detrás de cámara y donde los participantes van a tomar un trago antes y después de pasar por la pista. Gin Tonic va, Martini viene parece que había surgido la onda. Pero en realidad, lo que salió fue el ‘sol’. Porque ahora es la profesora de danzas la que ilumina los amaneceres y entibia los atardeceres de Brian.
Anoche Tinelli los encaró directamente, y mientras él trataba de hacerse el desentendido, fue ella la que tomó el toro por las astas, dijo acá estoy y esta boca es mía: ‘Si, Marcelo, hace un mes y pico que estamos saliendo’, dijo con seguridad mientras Sarmiento le mandaba corazoncitos. Igual, Tinelli le aconsejó ‘por las dudas no vayas a tomar un trago a la barra. Si tenes sed, prefiero que tomes agua de la canilla, mirá lo que te digo’. Y bueno, mujer precavida vale por dos.
Un amor que trasciende la competencia
La relación entre Brian Sarmiento y Sol Ruggeri es una muestra de que el amor puede surgir en los lugares más inesperados. A pesar de ser rivales en el Bailando, estos dos participantes encontraron el amor y han decidido apostar por su relación. Su historia es un ejemplo de que el corazón no entiende de competencias y que el amor puede florecer en cualquier momento.
El Bailando siempre ha sido un programa lleno de sorpresas y esta historia de amor entre Brian y Sol es una de las más emocionantes. A medida que avanza la competencia, su relación se fortalece y demuestran que juntos pueden superar cualquier obstáculo.
Conclusión
El amor en el Bailando es una realidad y Brian Sarmiento y Sol Ruggeri son la prueba viviente de ello. A pesar de ser rivales en la competencia, han encontrado el amor y están dispuestos a luchar por él. Su historia es un ejemplo de que el amor puede surgir en los lugares más inesperados y que no hay barreras que puedan detenerlo.