Alejandro Dolina, conocido como el “Ángel Gris”, es una figura legendaria de la cultura argentina. Su trayectoria, marcada por una infancia humilde, una adolescencia rebelde y una carrera artística excepcional, lo han convertido en un ícono que trasciende generaciones.
Orígenes y Formación
Nacido en una casa de 100 metros en el barrio de Caseros, Dolina creció rodeado de una familia numerosa y excéntrica. Desde temprana edad, mostró una habilidad innata para la música, el teatro y la escritura. Su padre, un contador que “sabía todos los tangos del mundo”, y su madre, una maestra que armaba comedias con sus alumnos, le inculcaron una pasión por las artes que marcaría su futuro.
Dolina recuerda su infancia como una época de “erudición involuntaria”, donde aprendió a escribir, a decir malas palabras y a tocar el piano, todo mientras su familia encontraba placer en la burla y el cinismo. Esta formación, si bien le dejó “algunas consecuencias nefastas”, también le otorgó una perspectiva única y un estilo de humor inconfundible.
Camino a la Fama
Tras una adolescencia rebelde, Dolina encontró su vocación en la publicidad, donde conoció a figuras como Carlos Trillo y Carlos Mundstock. Su talento para la escritura humorística lo llevó a colaborar con la mítica revista Satiricón y, posteriormente, a ser invitado a formar parte del equipo de Humor, una publicación que marcaría un hito en la historia.
Fue en este período que Dolina comenzó a explorar un registro más personal y poético, abandonando las notas de humor tradicionales para adentrarse en la ficción y la mitología. Este giro creativo sentaría las bases de su obra más reconocida: “La venganza será terrible”, el programa de radio que lo catapultaría a la fama y lo convertiría en una leyenda viviente.
La Venganza Será Terrible
Contra todo pronóstico, “La venganza será terrible” se convirtió en un éxito rotundo, a pesar de ser emitido en un horario inhóspito de la madrugada. Dolina desplegó en este programa todo su talento: música, literatura, improvisación, chistes y actuación, cautivando a una audiencia cada vez más fiel.
El equipo estable de “La venganza será terrible” se formó casi por casualidad, pero resultó ser la combinación perfecta. Figuras como Jorge Dorio, Gabriel Rolón y Guillermo Stronati se convirtieron en los compañeros ideales de Dolina, aportando diferentes perspectivas y habilidades que enriquecieron el programa.
Familia y Legado
Alejandro Dolina, a pesar de su fama, logró mantener una vida familiar relativamente normal para sus hijos, Alejandro y Martín. Ambos han seguido los pasos de su padre, colaborando en diversos proyectos y compartiendo su pasión por la música, la literatura y el fútbol.
Aunque Dolina ha tenido que lidiar con la burocracia y la falta de apoyo de la industria, su legado artístico es innegable. Ha creado una obra única, que combina la erudición y la profundidad con un humor irreverente y una capacidad de improvisación asombrosa. Su influencia se extiende más allá de la radio, abarcando la literatura, el teatro y la música.
A sus 81 años, Alejandro Dolina sigue siendo una figura imponente, con una energía y una creatividad que desafían el paso del tiempo. Su historia es la de un genio que, a través de la adversidad y la perseverancia, se ha convertido en una leyenda viva de la cultura argentina.