Una experiencia inesperada en Recoleta
Increíble, pero real. Una escena de película, que nadie imaginaría experimentar en las calles porteñas más cotidianas. No obstante, sucedió. Rod Stewart, ese cantante híper famoso en todo el planeta, caminó como un transeúnte más por Recoleta e ingresó en una ferretería.
Aunque suene a una situación inverosímil, el gigantesco artista se acercó a un local, miró entre todos los artículos, seleccionó una gama variopinta de objetos y abonó en la caja, ante la mirada azorada del dueño, que no podía creer que esa celebridad eligió su comercio.
El mega famoso de 78 años viajó a la Argentina para disfrutar de una show que brindó en el estadio de GEBA, el miércoles a la noche, con una muy buena afluencia de público. Tras ese recital, Rod continuó inmerso en uno de los hoteles de mayor elegancia de la ciudad.
Un turista cualquiera
Como un turista cualquiera, Stewart salió del alojamiento y se dirigió a una ferretería, a la que se sumergió con total naturalidad, sin custodio de seguridad y casi pasando desapercibido para los transeúntes de una zona muy concurrida a toda hora. Claro que alguien lo detectó y filmó el momento exacto en que el solista abandonó ese comercio y ese video se volvió viral.
Ante la repercusión, en A24 se acercaron a entrevistar al dueño, quien aportó detalles de esa compra tan singular: “Vino a buscar un par de pinturas en aerosol color negro y uno texturado marrón, una lima, una engrampadora, una cinta de embalar y una pinza”. Ariel ahondó en las circunstancias que se hilvanaron en ese episodio: “Fue cómico porque cuando me puse a atender me habló la traductora y cuando me pidieron las cosas si fue Rod y me quedé mirando. Y dije es Rod Stewart. Es muy simpático, muy tranquilo, como un cliente más. No me saqué una foto para no molestarlo, nosotros tratamos a todos igual. Fue todo muy rápido y yo no lo podía creer”.