La reciente edición de Expocannabis Argentina puso en evidencia la inquietud generalizada que atraviesa la industria del cannabis en el país. Si bien este sector se caracteriza por su diversidad de intereses y perspectivas, en esta ocasión predominó un tono de preocupación compartida entre los principales actores presentes.
Los recientes cambios normativos impulsados por la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) han generado un escenario de incertidumbre y desconcierto. La decisión de postergar, sin fechas ni garantías, el otorgamiento de licencias para cannabis medicinal bajo la Ley 27.669, así como la falta de homologación de más de 56 proyectos previamente autorizados, ha puesto en jaque a emprendedores e inversores que han soportado una espera extenuante de hasta dos años.
Impacto Económico y Social
Se estima que las inversiones realizadas en este sector alcanzan los 500 millones de dólares y han generado más de 1.000 puestos de trabajo. Sin embargo, la inacción del Estado y la violación del principio de continuidad de sus actos han puesto en riesgo estos emprendimientos, comprometiendo la estabilidad económica y laboral de cientos de familias.
La demora en la toma de decisiones y la falta de garantías por parte de las autoridades parecen estar orientadas a forzar la inviabilidad de estos proyectos, generando despidos masivos y la pérdida irreparable del trabajo desarrollado, señalan los empresarios del sector.
Impacto en Pacientes y Usuarios
Pero el impacto de estas decisiones no se limita al ámbito empresarial. Los pacientes y usuarios que necesitan acceder a tratamientos con cannabis medicinal también se ven perjudicados, ya que su derecho a la salud, consagrado en la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales, se ve limitado por la falta de regulación y acceso a estos productos.
La inacción y los obstáculos administrativos en el acceso a tratamientos legítimamente aprobados no hacen sino socavar la confianza en las políticas públicas y en los derechos de quienes más necesitan estas alternativas terapéuticas, afirman los representantes de la industria.
Hacia una Regulación Estable y Colaborativa
Ante este escenario, los actores del sector demandan una revisión urgente de las decisiones adoptadas por la ARICCAME. La falta de previsibilidad y estabilidad normativa, características históricas de la Argentina, amenazan con derivar en una judicialización del conflicto y en interminables litigios contra el Estado, perjudicando aún más el desarrollo de la industria del cannabis.
Para evitar este escenario, se requiere una regulación estable y colaborativa que garantice los derechos adquiridos por los emprendedores, proteja la confianza en las instituciones y en el estado de derecho, y asegure el acceso a los tratamientos de cannabis medicinal por parte de los pacientes.
Solo a través de un diálogo constructivo entre el Estado y los actores del sector, y de una política pública coherente y sostenida en el tiempo, podrá lograrse un desarrollo sostenible de la industria del cannabis en Argentina, beneficiando a empresarios, trabajadores y, sobre todo, a quienes más necesitan de estas alternativas terapéuticas.
